Las ideas que no asoman a la luz se refugian en prostíbulos mentales abandonados a su suerte o quizás se esconden en lagunas donde se estancan los sueños rotos.
Los diálogos mudos de los no pensantes trastornan los caminos de la mente donde asfixian sus lamentos en vidas imaginarias expuestas a locuras transitorias.
Cuando la desolación invade el raciocinio no se logra vencer la agonía del silencio de todos esos conceptos escondidos tras los cuales se camufla una mordaza en ocasiones impuesta por seres con los que convivimos.
Si no piensas no eres libre,si no actúas eres prisionero de ti mismo
y los barrotes mentales son torturas que ahogan la dignidad humana.
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