viernes, 7 de marzo de 2014

Esperando en brazos del recuerdo - Pere Ll. Mataró





























Esperas la llegada del que te trae vida
matando las horas vacías que van cayendo
en pozo seco.

No hay relojes que marquen compases de espera,
mientras piensas lo que le contarás a su vuelta,
los secretos de anhelo y deseo encarcelados en tu alma.

Nuevamente la luz del día se va apaciguando,
hasta rendirse en brazos de la noche,
y la espera se columpia con el manto oscuro de esta.

Soñarás despierta y pensarás dormida que la puerta se abre,
que al fin llega en deseado, en añorado, el dueño de tu vida,
y tras el vuelco de corazón por el ansia sorprendida,
vendrá el desengaño de que no era él, no era nadie,
que tan solo era un golpe de aire que entraba en tu cuarto
para anunciarte que la espera seguía,
tu vida seguía apagándose en brazos del recuerdo 

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