lunes, 18 de enero de 2016

Rozando el suelo - Pere Ll. Mataró

Cuando el presente
se te escurre entre los dedos ya torpes,
mientras brotan las traiciones de una niñez muy reciente,
ves un futuro latente donde comienza a hacerse piedra
para albergar el epitafio de lo que ha sido tu corta vida.

Los recuerdos se resecan
olvidando los perfumes de amores que marcaron
sueños lascivos en madrugadas de sabanas húmedas,
quedando atrás los fotogramas
de momentos ya borrosos.

Un recuerdo se resiste,
entre nubes, una calle cada vez más estrecha,
donde jugaba bajo la mirada de una devota abuela,
y el humo de la pipa del abuelo sentado en su silla de mimbre
callando sus pensamientos,
observando en su nieto las cumbres que no pudo el alcanzar.

Somos solo bruma
rozando un mar inmenso que sobrevivirá
a nuestro ridículo paso,
la fugaz imagen reflejada en el espejo,
el grito castrado hacia adentro,
el absurdo camino a la nada.

Somos la esperanza frustrada
por los cantos de sirena
que nos embaucan para perder la noción del tiempo,
mientras contemplamos la sombra que envejece,
al compás de un corazón acobardado
que sigue buscando alguna verdad en la sombra,
en una vida corta y a la vez tan larga
que te hace creer inmortal,
mientras dejas de tener hambre y sed
ante la cercanía de la nada
y su paz aterradora.

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